Básicamente, la prevención tiene el propósito de evitar la aparición de riesgos para la salud del individuo, de la familia y la comunidad. Implica actuar para que un problema no aparezca o, en su caso, para disminuir sus efectos.
Prevenir es anticiparse, adelantarse, actuar para evitar que ocurra algo que no queremos que pase, en este caso, que se consuman drogas. Pero si ya se están tomando, prevenir es intentar evitar que el problema vaya a más y, en caso de existir alguna situación de dependencia, ayudar a las personas a recibir tratamiento para superarla y salir de ella.
Se puede hacer prevención de varias maneras:
En prevención no existen soluciones mágicas, sino que se van realizando un conjunto de actuaciones en diversas direcciones.
En nuestra sociedad existe y existirá oferta de drogas, legales e ilegales, y es imposible eliminarlas todas, por lo que controlar la oferta es una forma de hacer prevención, pero no la única ni la más eficaz.
La disponibilidad de drogas es sólo una parte del problema. Tenemos que pensar que hay drogas porque hay demanda, así que la prevención sobre esta demanda es la que puede hacer cualquier persona y además, es la que da mejores resultados.
La prevención es una labor de todos y todas, en la que cada persona puede aportar algo. Se trata de que vayamos reduciendo los factores de riesgo y creemos un estilo de vida saludable, tanto individual como colectivo.
Es el conjunto de actividades que se diseñan para abarcar a la población en general, sin contemplar si algunos presentan mayor número de riesgos individuales que los puedan llevar al inicio y abuso de drogas. En esta intervención preventiva, se considera que los miembros de la población pueden compartir los mismos factores de riesgo relacionados con las drogas, pero que el riesgo puede ser variable para cada individuo.
Su objetivo es posponer o prevenir el inicio del consumo de drogas a partir de la presentación de información específica y actualizada y promover el desarrollo de habilidades necesarias que contrarresten el problema de las adicciones.
Básicamente, los programas de prevención universal se enfocan al mejoramiento ambiental, al establecimiento de habilidades de resistencia personales y al fortalecimiento de otros aspectos positivos en la población participante. Son programas abiertos, es decir, promueven la participación de todas las personas en general.
Se considera que los factores de riesgo y protección que se integran en los programas de prevención universal reflejan, principalmente, las influencias del medio, más que las características individuales o de ciertos subgrupos.
Los efectos o resultados derivados de la intervención presentan limitaciones en lo que respeta a su medición
Los programas de prevención selectiva se dirigen a grupos de la población con mayor riesgo de consumo de drogas.
El objetivo principal es evitar el inicio del consumo de drogas a partir del fortalecimiento de los factores de protección de los miembros de esos grupos de riesgo (por ejemplo, autoestima, solución de problemas...), de forma que éstos sean empleados como recursos efectivos contra los factores de riesgo (como la asociación que se establece con gente que abusa de las drogas)
El conocimiento de los factores de riesgo específicos para cada grupo favorece el diseño de programas preventivos que enfocan sus objetivos a la reducción de riesgos particulares vinculados con las drogas.
Frecuentemente, los factores de riesgo que son evaluados y considerados en los programas de prevención selectiva muestran tanto las características individuales y del grupo, como las influencias ambientales, por ejemplo: abuso de sustancias en miembros de la familia, desempleo, altos índices de criminalidad, etc..
Conjunto de actividades dirigidas a aquellas personas que han experimentado con drogas y muestran conductas problemáticas asociadas al consumo de sustancias. Los objetivos de estos programas suelen ser reducir el consumo de sustancias, la frecuencia o la cantidad y los problemas asociados al mismo.
Se selecciona de forma específica a los participantes para el desarrollo de las actividades que, básicamente, pretenden modificar sus conductas.
Las actividades se enfocan, principalmente, a los factores de riesgo asociados con el individuo y a sus conductas-problema (por ejemplo, baja autoestima; problemas de conducta; alejamiento de la familia, la escuela o el grupo de amigos positivos).
En este tipo de intervenciones, es de gran importancia realizar una evaluación precisa sobre el riesgo personal en el que se encuentran los individuos, así como del nivel de conductas problemáticas relacionadas, en lugar de centrar la atención en la pertenencia de un individuo a cierto grupo de alto riesgo.
Los programas de prevención indicada tienen una duración mayor que los de prevención universal y selectiva. El número de participantes es menor en comparación con los programas universales y selectivos.
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