El Gobierno local acompañará la peatonalización de la Ciudad Vieja, efectiva desde hoy, con otras medidas contempladas en el plan de revitalización de la zona, algunas de las cuales comenzarán a ejecutarse este verano. "No hay marcha atrás en el proceso, en el que hay un consenso amplísimo. Era una anomalía que la Ciudad Vieja tuviera vehículos aparcados. Llevamos muchos años esperando por una medida que no era fácil, pero que se consiguió hoy. Lo que viene ahora es un plan de dinamización que va a abarcar todas las áreas, no sólo movilidad, sino también aspectos como el comercial o el cultural. Todo a través de un proceso muy participado", valoró el alcalde, Xulio Ferreiro, esta mañana en el transcurso de un programa informativo. La primera de estas medidas será la repavimentación con losa de piedra en la calle de la Maestranza, entre Isabel Zendal y Julio Portela Ceballos, con una actuación que consiste en la ampliación de aceras, con nuevo enlosado, que comenzará en las próximas semanas. Esta obra, reclamada por la comunidad escolar y que incrementará la accesibilidad y la seguridad en la parte trasera del colegio Dominicos y en el Paraninfo, tiene un presupuesto de 190.000 euros y estará finalizada en septiembre, a tiempo para el inicio del curso escolar.

Como avanzó el regidor, también se comenzará a trabajar este verano para reordenar las terrazas del casco histórico con la presentación "en el mes de julio de una propuesta técnica a la Mesa Ciudadana de la Ciudad Vieja". "Hacemos esta propuesta teniendo como aval el trabajo que realizamos en la zona de Pescaría, que tiene muy buenos resultados y que nadie había abordado antes de manera seria y valiente. Vamos a apostar por seguir con los mismos criterios que se emplearon en la zona centro, regular una instalación de terrazas, que garantice el derecho de la ciudadanía a la accesibilidad y a la asistencia sanitaria de urgencia. Aunque en esta zona no hay la misma concentración de hostelería también tenemos que compatibilizar los usos", apostó Ferreiro. En este sentido, el alcalde consideró que A Coruña debe de tener un "modelo propio de peatonalización" pero también "aprovechar la experiencia de otras ciudades e ir dando pasos para evitar algunas inconveniencias", como pueden ser una excesiva turistificación que expulse al vecindario. "No tenemos riesgo de que esto suceda a corto plazo, pero tenemos que poner las bases para que no pase a largo, por lo que modificamos las ayudas a la rehabilitación que duplican las cuantías en la zona Pepri, para propietarios y propietarias y comerciantes, e introduce criterios de renta para ayudar a asentar la población y evitar la gentrificación del barrio", recordó.

Primer día sin coches

Ferreiro evaluó como "bastante positiva" la primera jornada libre de vehículos de la Ciudad Vieja, que tendrá "un período de adaptación de unos días". "Hoy quedaban algunos coches aparcados, pero la Policía Local está hablando con los vecinos y las vecinas para que los retiren. Hemos fijado un proceso de adaptación, que va a ser breve, para no tener que recurrir a sanciones", apuntó el regidor. El Gobierno local apostó por un modelo blando de control, sin barreras y en el que la Policía Local será la encargada de supervisar que no haya estacionamientos en las calles, "para minimizar las molestias a la ciudadanía", tal y como explicó el concejal de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, Xiao Varela. "Queremos una Ciudad Vieja activa, viva y conectada con la ciudad y para eso es fundamental que los vecinos y las vecinas no vean la peatonalización como una molestia. El barrio es fin de trayecto, no una zona de paso, así que consideramos que es suficiente con el control", apuntó. Varela hizo también un llamamiento a la colaboración de la ciudadanía, a la que pidió que estuviera atenta a la nueva señalización. Las personas residentes en el casco histórico recibieron la pasada semana una carta con información sobre el proceso y cuentan también con un teléfono para informarse.