Las Murallas de la Ciudad Vieja se corresponden con el primitivo asentamiento de la ciudad y están declaradas Monumento Histórico - Artístico. En su interior se alojan la mayor parte de los edificios históricos y sus calles conservan todavía su antiguo trazado así como un gran número de casas de porte antiguo.

Las fortificaciones que protegían el recinto de la Ciudad Vieja tuvieron su origen en el reinado de Enrique III, en los últimos años del siglo XIV. Se conservan restos de las Murallas Defensivas así como tres puertas que abrían la ciudad al mar a lo largo del Paseo del Parrote, frente a la bahía. También se conserva el baluarte conocido como la Fortaleza Vieja, que es el actual Jardín de San Carlos.

Siguiendo el Paseo del Parrote se encuentra la Muralla y Puerta de San Miguel construidas en 1.607 frente al Castillo de San Antón.

La Puerta del Clavo, que se encuentra frente al Jardín de San Carlos, fue construida en 1.676.

La Puerta de la Cruz o del Parrote, frente al Palacio de la Capitanía General, es también del año 1.676.

Las puertas del Parrote fueron declaradas Bien de Interés Cultural desde 1944.