Ayuntamiento de A Coruña

El fuerte incremento poblacional y el aumento de la actividad industrial en el suelo de la ciudad de A Coruña a partir de la década de los cincuenta, hizo necesaria una solución para cubrir las necesidades de abastecimiento. En 1975 se inicia la construcción del embalse de Cecebre, situado entre la confluencia de dos ríos, el principal del río Mero y el de su afluente, el Barcés, garantiza hoy el suministro a la población local.

Proceso de captación

Después de saltar por los aliviaderos de la presa, el agua –calificada con alta calidad para el consumo humano- prosigue su camino durante 7 kilómetros por el propio cauce natural del río Mero, atravesando el municipio de Cambre.

El siguiente paso consiste en el tratamiento de aguas que EMALCSA realiza en tres plantas: Cañás, Telva 1 y Telva 2.

Entre las tres estaciones se impulsa al año un volumen superior a los 38 millones de m3. La mayor parte de ellos, algo más de 22 millones son tratados en La Telva 2, la de mayor capacidad y la última en ponerse en funcionamiento. El conjunto de instalaciones que componen esta planta están preparadas para tratar una capacidad máxima de 5.490 m3/h.

Proceso de tratamiento:

Tratamiento físico de desbaste. Elimina suspensiones gruesas (trapos, maderas...) y hojarascas, mediante la utilización de dos rejas automáticas, situadas en serie. La segunda rejilla está dotada de un sistema de lavado que mantiene constante la limpieza de su fina malla.

Bombeo del agua hasta el siguiente paso por medio de tres bombas verticales de 4.000 litros/segundo cada una, a 11 m.C.A.

Decantadores floculadores. Se realizan dos pasos diferentes. La floculación es la agrupación de las partículas al ponerse en contacto unas con otras favorecida por unos productos especiales, los floculantes. De esta forma, las partículas, ya de mayor tamaño, sedimentan o pueden ser recogidas posteriormente. En el fondo de los decantadores se acumulan los fangos, que son extraídos automáticamente. Son dos unidades de 24 m de diámetro, con una velocidad ascensional de 3,41-3,64 m3 por m2/hora. La potencia absorbida por la turbina es de 3,6 CV.

Equipos de filtración. Formados por ocho unidades automáticas de aproximadamente 5 x 10 metros, que suman más de 400 m2 de superficie total. La filtración se realiza a una velocidad de 6,48-5,92 m3 por m2/hora. El lavado se realiza por aire y agua.

Dosificación y adición de reactivos. El último paso en el tratamiento del agua consiste en la adición de una serie de reactivos para dejar el agua en condiciones óptimas. La dosificación es automática en función del volumen de agua. Los productos utilizados son: cloro, sulfato de alúmina al 8% y polielectrolito. Por ejemplo, la dosis media de cloro es de 2,02 gr/m3, lo que supone unos 78.250 kilos de consumo anual (en función del volumen de agua). El agua final es de excelente calidad. La turbidez es inferior a 0,2 p.p.m, y el color inferior a 0,1 p.p.m.

Análisis

La calidad del agua se mantiene dentro de los niveles óptimos, que cumplen los requisitos establecidos en la Reglamentación Técnico Sanitaria en vigor. Los controles analíticos se realizan a la salida de las plantas de tratamiento y en la red de distribución para el agua tratada. Las aguas superficiales son analizadas en los ríos Barcés y Mero y en el embalse de Cecebre.

354 km de tuberías

Una vez finalizado el tratamiento, el agua, ya potabilizada, es transportada mediante una tubería de 800 mm de diámetro y la ayuda de tres grupos motobombas de 1.440 m3/hora. La distribución en la ciudad se realizada desde tres depósitos elevados situados en el Ventorrillo, Monte Alto y Os Castros, y desde aquí, se reparte a toda la ciudad por una intrincada red de tuberías de unos 354 km de tuberías que discurren por el subsuelo urbano. Esto supone una correspondencia de 1,45 m por cada habitante que utiliza el servicio de abastecimiento.

Dependiendo de las necesidades de la conducción, las tuberías están hechas en fundición o plástico, materiales que van sustituyendo a las antiguas canalizaciones de fibrocemento. Los diámetros de la tubería varían desde los 500 mm de diámetro para las conducciones generales hasta los 80 mm de las más pequeñas.

¿Usamos bien el agua?

Un dato muy importante para poder evaluar si los ciudadanos hacemos un buen uso del agua es analizar los consumos que se realizan.