Las islas de San Pedro, situadas frente al puerto de O Portiño son un pequeño archipiélago granítico compuesto por 4 islas y un conjunto de islotes orientados de forma lineal de NE a SW. Su superficie total es de 7 hectáreas, y su altura máxima, en la isla do Pé, de 12,40 metros. Están separadas del continente por un canal de entre 200 y 350 metros de anchura y cerca de un kilómetro.
Estas islas forman parte de un conjunto paisajístico integrado además por los montes de San Pedro, Cortigueiro y Bens y la costa adyacente, área de la ciudad de A Coruña destinada a gran parque para el recreo de ciudadanos y visitantes y el fomento de la biodiversidad.
El 2 de junio de 2009, las islas de San Pedro fueron declaradas provisionalmente como espacio natural de interés local (DOG nº 112 de 10 de junio de 2009), estando pendientes de su declaración definitiva después de la presentación del Plan de Conservación correspondiente.
La Ley 9/2001 de 21 de agosto, de Conservación de la Naturaleza de Galicia, brinda a los ayuntamientos la posibilidad de declarar y gestionar espacios naturales protegidos bajo la figura denominada "Espacio Natural de Interés Local".
Los ayuntamientos deben presentar a la Xunta de Galicia un Plan de Conservación para cada espacio que recoja su delimitación y las actuaciones de gestión previstas. La obtención de esta figura de protección no implica la restricción de usos dentro del territorio protegido.
Geomorfología:
Las islas de San Pedro, desde el punto de vista geológico, pertenecen a la franja de roca granítica, de aproximadamente 8 km de ancho que recorre la provincia en dirección SW-NE, desde Santiago a Ferrol. Son rocas graníticas, hercínicas y prehercínicas.
Al contrario que otras islas, las de San Pedro presentan un relieve bastante plano. Forman parte de una antigua rasa costera, debido a los fenómenos de ascenso y descenso del nivel del mar en los diferentes períodos climáticos de la historia de la tierra.
Desde el punto de vista tectónico, toda esta zona está recorrida por fallas en dirección SW-NE. Estas fracturas son fácilmente observables en toda la costa, al igual que las diaclasas que se manifiestan de forma más visible en las "furnas" (huecos profundos en el acantilados) que se sitúan enfrente de las islas.
Estas fallas y fracturas también son observables en las propias islas en forma de los canales que las separan y entrantes y salientes con esa misma orientación en su superficie.
Flora
La comunidad vegetal es semejante en todas las islas, aunque se muestra una distribución y dominancia diferente entre la isla da Cetárea y las demás.
En la isla da Cetárea, la especie dominante, tanto en individuos como en cobertura es la Matricaria maritima subsp maritima. Esta especie cubre prácticamente toda la superficie elevada de la roca, con apenas presencia de otras variedades entre la que destaca Plantago coronopus, Beta maritima y Rumex acetosa.
Acompañando a estas especies, también podemos encontrar: Spergularia media, Rumex crispus, Cochlearia danica, Silene dioica, etc. La mayoría son ruderales y frecuentes o bien comunes y bien testimoniadas en la zona litoral. Dos de ellas tienen especial interés por su limitada distribución. Son la Armeria pubigera, un endemismo del noroeste ibérico y la Rumex acetosa, un endemismo de la franja norte del litoral peninsular.
Anfibios y reptiles
Sólo se ha constatado la presencia de Lagartija de Bocage Podarcis bocagei.
Aves
La zona superior de las islas acoge una interesante comunidad de aves.
Destaca, durante la época de cría (abril-julio) una colonia de gaviotas patiamarillas (Larus cachinnans) estimada en alrededor de 30 parejas.
Entre las aves terrestres nidificantes se cuentan la lavandera boyera (Motacilla flava) o el colirrojo tizón (Phoenichuros ochruro).
Las islas ofrecen un hábitat muy adecuado para el paíño común (Hydrobates pelagicus), pero la presencia de ratas no hace viable por ahora su reproducción.
En invierno y en los pasos migratorios de primavera y otoño se incrementa la diversidad de aves en las islas y en su entorno.
Es de gran interés el dormidero invernal de cormorán grande (Phalacrocorax carbo) y cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) de As tres Illas y la isla de O Pé.
También aparecen otras especies como el ostrero (Haematopus ostralegus), el vuelvepiedras (Arenaria interpres) o el andarríos chico (Actitis hypoleucos).
El entorno de las islas es escenario en otoño e invierno de un notable trasiego de aves marinas, integrado por varias especies diferentes.
Mamíferos
Las ratas son, por ahora, los habitantes más abundantes de las islas de San Pedro que evitan la nidificación de algunas especies de aves. En el pasado había una población indeterminada de conejos, hoy desaparecida.
En su entorno son habituales los delfines mulares (Tursiops truncatus).
Medidas de observación previstas
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